
Pero cuando Julia Sprick, la alemana de Hamburgo de la cual nos hemos hecho amigas,decidió llevarse el espejo " Atlántico " , pudimos observar, sin imaginar, que sentía una persona que adquiere una de nuestras piezas... Y queríamos que nos enviara una foto del espejo colgado en la pared de su casa... Más que nada para ver como " Atlántico " había cruzado el Atlántico...
Y sí, lo cruzó... Pero al llegar a Berlín... Robaron el espejo Atlántico de las manos de Julia...
Es triste pensar que alguien tenga en su poder tantos sentimientos que no le pertenecen...
Apelo a la sensibilidad de ese alguien, que quizás no la tenga y reintegre el espejo a su dueña. El único valor real que tiene el mismo, es el de un sentimiento compartido. Nadie tiene derecho a robar los sentimientos...
Robaron el ATLÁNTICO y tal vez nos consolaremos con la frase que alguna vez le escribió a Julia su tía, que pertenece a Schopenhauer y dice: El valor de las cosas, en la mayoría de los casos, se aprende sólo con su perdida.
Nota: Si por esas cosas del azar,las casualidades y las coincidencias , quien tenga en este momento Atlántico entre sus manos( ya que detrás del mismo estaba la dirección de este BLog) y lee este artículo... Comuniquese de alguna forma y haga llegar el " Atlántico " a su verdadero cause-
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