Esta no es mi frase favorita para definir a esa masa omnipotente de agua que me intimida y fascina a la vez. Me gusta más decir que es un océano que une continentes, países, pueblos, personas
Cuando conocimos a Claire Salabelle , .
joven francesa apasionada por la navegación, los mares y una vida donde no tiene un punto donde anclarse, nos contó su loca aventura de cruzar el ATLÁNTICO
para poder llegar a Argentina: que salió de Francia, pasando por Croacia, España, Las Antillas, Venezuela, Brasil, Uruguay... y al fin, Buenos Aires... Que la motivación apasionada por pisar estas tierras fue la literatura de Julio Cortazar. Hoy vive en San Isidro en un barco( digo barco, porque no sé establecer la diferencia entre velero, bote,etc.y los expertos sabrán perdonar) o velero que un argentino le presta mientras él, está por Europa. Y ella se quedará por aquí y no sabe hasta cuando.
Y nos presentó a Gonzalo, un chileno(como mi abuelo, como mi padre) encantador, de Santiago, que se vino del otro lado de la cordillera, con sensaciones de un mar diferente, de un océano que por su nombre debería ser más calmo ( Pácifico) que estudia en Buenos Aires y hoy es su amigo como más intimo, y que fue necesario que ella cruzará ese océano para que nos presentará gente, que tal vez, nunca hubiéramos conocido...
Tal es el caso de Patrick, otro francés errante que vive en un velero hace casi 25 años,y hoy está anclado también en el puerto de San Isidro, que es un excelente cocinero de masas dulces, que cruzó durante 52 días el Atlántico solo, que estuvo de visita en nuestra casa (una noche que hicimos una fiesta en honor a una alemana,Julia, que nos presentó también Claire,), y esa noche se enfermó y debió quedarse dormir sin conocernos casi, y hoy no sabe de que forma agradecer que lo hayamos cuidado y le diéramos asilo esa noche que se sentía muy mal... Y le decimos que así somos por este lado del Atlántico...
Y si de Atlántico hablamos, es Julia Sprick ,
la alemana de Hamburgo , que por esas cosas del destino y el amor, alojamos en nuestra casa durante sus vacaciones en Buenos Aires, a quien aprendimos a querer también, y desmitificar la creencia popular que dice que los alemanes son fríos como sus inviernos, y es ella quien ha decidido llevarse el espejo ...
ATLÁNTICO,(y vaya coincidencia!!), que algunas vez realizamos pensando en esas aguas profundas que unen continentes , países, pueblos, personas, a mi con vos ,con ustedes ,con nosotros, con ellos, con todos...
Convencida estoy, convencidas estamos, que es mejor hablar de lo que une, que de lo que separa. Es el ATLÁNTICO sinónimo de unión y de lazo.
Nuestro homenaje a este océano.
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